​Dios me ha llamado a ser Alter Christi; otro Cristo

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Catholic News Agency

Dios me ha llamado a ser Alter Christi; otro Cristo

Mi nombre es Paul Abraham Melgarejo. Yo empecé mi formación en el Seminario de la Asunción, hace ocho años. Al principio no sabia mucho rezar ni tampoco sabía filosofía ni teología. Yo le pregunte al sacerdote que es lo que un seminarista hace aquí en el seminario. Él me dijo, aquí en el seminario se reza y se estudia todos los días. Para mi fue algo nuevo aprender a estudiar otra vez y aprender a rezar. Me acuerdo de que al principio solo sabia rezar el Ave María y el Padre Nuestro. Ahora que han pasado casi ocho años, he aprendido muchas oraciones y devociones que me han ayudado a crecer en mi vida espiritual. Mi formación en el Seminario la Asunción has sido fenomenal, llena de muchas sorpresas como también de retos y oportunidades en las ramas de espiritualidad, humana, pastoral e intelectual.

Unas de las cosas que me impactaron en mi formación en el Seminario fue mi convivencia en la comunidad. Hubo muchos momentos que experimente la fraternidad y comunidad con mis compañeros seminaristas. En ellos he descubierto lo que significa ser el cuerpo de Cristo. Por ejemplo, en la celebración de la Eucaristía, rezando juntos la liturgia de la hora, en la adoración al Santísimo, y compartiendo el rezo del Santo Rosario. Humanamente, he tenido grandes experiencias con mis hermanos seminaristas, cuando celebramos, algún acontecimiento importante durante las comidas, o las reuniones sociales, incluso en los apasionantes encuentros deportivos. En muchas ocasiones las simples charlas con mis hermanos seminaristas o compartir una taza de café juntos o saliendo al cine o a comer me hicieron encontrar en ellos a Cristo. He disfrutado mucho cada uno de mis ministerios, asistiendo al capellán en un asilo de ancianos; escuchando y conviviendo con las personas y familias en las diferentes parroquias en las que he servido; y creciendo en la fe en los diferentes momentos, en los que he dirigido catequesis, charlas, posadas, y viacrucis. Finalmente, he podido crecer en el conocimiento de Dios, a través de mis diferentes clases, y mas aun con mis compañeros; en grupos de estudio, trabajos de equipo, presentaciones de PowerPoint, y múltiples reflexiones sobre tan abundante riqueza de nuestra fe.

El proceso de formación sacerdotal está diseñado para que los seminaristas no solo conozcan mas y tengan más técnicas, sino que en el seminario encuentren una escuela de humanidad. A través de la formación he aprendido a ser mejor ser humano y mejor cristiano. En el seminario he aprendido y experimentado el cuerpo de Cristo. Gracias a la formación que he tenido en el seminario he caminado todos estos anos como discípulo de Cristo, porque quiero configurar mi corazón con el corazón de Cristo. Dios me ha llamado a ser Alter Christi; otro Cristo.